Cada vez son más usuarios los que deciden cambiar de rutina y optar por una vida saludable. Es por ello que muchos tratan de establecer en su día a día unos hábitos cotidianos basados en la práctica de ejercicios con los que mantenerse en forma. Añadido a esto, es necesario mencionar la importancia de incorporar una alimentación sana y equilibrada.
Además, tenemos a nuestro alcance una de las dietas alimentarias más prestigiosas que existen alrededor del mundo. Esta es la dieta mediterránea, la cual destaca enormemente por sus abundantes propiedades medicinales. En ella encontramos una amplia gama de alimentos con los que mantener una línea ideal para nuestra salud, siendo el ajo uno de los más habituales.
Pese a que en un principio puede echar para atrás a muchos por su fuerte olor y sabor, diferentes organismos alimentarios, como la Fundación Española de Nutrición, han señalado la gran cantidad de aportaciones positivas que el ajo tiene para la salud. Es por ello que se recomienda enormemente consumir recetas que dispongan de este ingrediente en su elaboración.
Beneficios del ajo
Según un estudio, el ajo dispone de multitud de componentes. Uno de ellos es la alicina, originada por su alto contenido en azufre. Aparte de ser el principal motivo por el que emite ese olor tan característico, dispone de grandes beneficios para la salud. Uno de los más llamativos en este sentido es la prevención de la descomposición de los niveles corporales de colágeno. Esta proteína es fundamental para la elasticidad de la piel, además de para preservar el bienestar de los tejidos y los huesos.
Con el paso del tiempo, el cuerpo humano va disminuyendo su producción de colágeno, lo que se traduce en la aparición de arrugas y el deterioro de la piel. No obstante, con el consumo de ajo, los efectos de este fenómeno se moderan, de manera que el usuario puede disponer de una piel más sana durante más tiempo. Por otro lado, posee importantes propiedades antiinflamatorias, reduciendo el efecto de ciertas dolencias como puede ser la artritis.
Además, el ajo alberga grandes dosis de minerales esenciales que son imprescindibles para realizar las funciones corporales de manera óptima. Entre ellas, predomina el yodo. Este es fundamental para evitar enfermedades relacionadas con la tiroides gracias a su efecto productor de hormonas y a la regulación que confiere al metabolismo.