Al principio, a todos nos cuesta acostumbrarnos a la comida picante, pero una vez que empezamos a consumirla, se abre una puerta que luego no podemos cerrar. Como todo, su consumo diario tiene consecuencias buenas y también malas. La clave está en no excedernos, porque, como ya sabemos, todo en exceso es malo.
De más está decir que los datos que compartiremos a continuación son solamente informativos. Como se trata de la salud de nuestro cuerpo, debemos consultar a un médico ante cualquier duda o cambio que queramos realizar en la alimentación.
1. La comida picante puede mejorar tu estado de ánimo
Algunos estudios descubrieron que el consumo de alimentos picantes puede estimular la liberación de serotonina y endorfinas, los conocidos químicos del placer que nuestro cuerpo también produce al hacer ejercicio. Se trata de sustancias que ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo y a reducir la ansiedad.
2. Funciona como antiinflamatorio
Este tipo de alimentos contienen capsaicina, una sustancia química que es la responsable de su sabor picante. Esta puede tener efectos positivos en el cuerpo humano, puesto que, al incrementar el flujo sanguíneo y gracias a sus propiedades analgésicas, reduce el dolor y la inflamación.
3. Puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y autoinmunes
Agregar comidas picantes a nuestra dieta diaria también puede ayudarnos a reducir el riesgo de algunas enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular. Estos alimentos hasta pueden ser beneficiosos para tratar afecciones autoinmunes como el asma y la enfermedad de Parkinson.
4. Puede reducir tus niveles de colesterol
Por sus características, incorporar algunas porciones de picante a nuestra alimentación puede reducir los niveles de colesterol total y colesterol LDL presentes en nuestro cuerpo. Se ha comprobado que la frecuencia y la cantidad promedio de consumo de alimentos picantes están directamente asociadas con la proporción de colesterol.
5. Podría aliviar la congestión
De nuevo, la capsaicina (sustancia responsable de lo picante) aparece en el centro de la escena. Para responder a la irritación que este tipo de alimentos puede causar, nuestro cuerpo produce líquidos adicionales. Sin exagerar su consumo, las comidas picantes pueden funcionar como una excelente solución para aliviar la congestión nasal y abrir las vías respiratorias.
6. Ayuda a la circulación y al manejo de la temperatura corporal
Agregar una porción de picante a la dieta diaria podría calentar tu cuerpo cuando haga frío y refrescarte cuando tengas calor. La termogénesis ocasionada por estos alimentos aumenta el flujo sanguíneo, el cual, por cierto, es clave para la salud del corazón, los altos niveles de energía e incluso la concentración y el enfoque.
7. Puede mejorar la sensación de saciedad
Algunos estudios sugieren que las sustancias presentes en los alimentos picantes pueden reducir el apetito al aumentar la sensación de saciedad. Nos sentiremos más llenos debido a un efecto generado por la capsaicina en nuestro sistema nervioso.
8. Puede dañar o modificar las papilas gustativas
Los alimentos picantes pueden hacer que las papilas gustativas y nuestro sentido del gusto se dañen o adormezcan temporalmente. A medida que nos hagamos más tolerantes a este tipo de comidas, nuestra sensibilidad disminuirá y, con el tiempo, necesitaremos niveles cada vez más altos de picante para sentir su sabor.
9. Podría ser negativa para la salud de nuestra boca
El consumo de alimentos picantes puede estar asociado con un mayor riesgo de inflamación y enfermedades periodontales. Según un estudio, ni siquiera es necesario que la ingesta sea excesiva para notar los cambios negativos en la salud de nuestra boca y llevarnos lentamente hacia el desarrollo de un proceso inflamatorio.
10. Podría causar insomnio
Como efecto adverso al aumento de la temperatura corporal por comer demasiado picante, el sueño puede verse afectado. Los alimentos de este tipo pueden causar acidez estomacal, por lo que se recomienda evitar su consumo durante la cena y, de esta forma, reducir las posibilidades de experimentar dificultad para conciliar el sueño durante la noche.
11. Podría tener un efecto laxante
Según un estudio científico, consumir capsaicina (sustancia responsable del picante) en abundancia puede irritar el revestimiento del estómago y generar malestar. Los síntomas resultantes pueden incluir náuseas, vómitos, dolor abdominal y descomposición. Algunas personas son más sensibles a los picantes que otras, pero el efecto puede afectar a cualquiera.